Espacio para la expresión de Diego Pajarito

Recuerdo muy bien cuando en mi niñez escuchaba brevemente algunos sonidos místicos que todo mundo reconocía como house, se entendía que era la continuación del disco, tambien se tenían combinaciones de pop y rock, todos esos sonidos de BlackBox, Dj Bobo, Tecnotronic, Michael Jackson, entre muchoooos otros, relaciono estos recuerdos con la época más bella en cuanto a creación musical, pues se tenía por un lado el sentimiento romántico de la música de mamá y la empleada acompañado de la rebeldía de estos nuevos sonidos, allí el interés no pasaba de escuchar música cuando se habían hecho las tareas y se esperaban las 4pm para que iniciara la programación de televisión.
Desde ahi se pasó al colegio y al bachillerato donde se hacían las famosas Coca Cola Bailable, donde los grandes hacían círculos para que cada quien mostrara como limpiaba el piso con sus busos, esta fue la época donde verdaderamente inicia el amor por esta música, pues al escucharla en la radio se subía el volumen para que toda la cuadra supiera que esa canción era de mi gusto.
Al terminar el Colegio se tienen nuevos amigos que muestran la nueva onda que llegaba a la ciudad, era la época de los after party, donde se compraban boletas caras para escuchar musica casi desconocida, esto se informaba entre el grupo cerrado de conocedores, pero en estos últimos 7 años la cultura electrónica en Bogotá ha crecido rápidamente, se pasó por las fiestas en las afueras con publicidad en emisoras exclusivas y en horarios nocturnos, a la publicidad contínia en cualquier calle donde los carteles anuncian un sin numero de fiestas para cualquier dia de la semana, también se promocionan zonas específicas donde se encuentran sitios especializados en música electrónica, y muchas otras cosas que cada quien relaciona con esta cultura.
Todo esto viene a colación porque este fin de semana tuve un reencuentro con esta movida, pues desde unas fiestas en Downtown 7:27 a inicios del año pasado no estaba en ese ambiente masivo de soledad donde cada quien baila con la multitud pero solo, en esta ocasión bailaba con la mejor compañía; todo inicia cuando entramos a un sitio con puertas cerradas poca fila y en una calle sola de chapinero, pasando estas puertas se ven las escaleras y se siente la vibración de la música, luego se entra a un salón completamente blanco, con luz violeta, sillas, mesas y barra totalmente blancas, un ambiente minimalista para una música repetitiva que llena de vigor cada músculo y hace que la cabeza lleve el ritmo desde el principio.
Esta es la forma en que llego al ambiente agradable de una fiesta electrónica, lejos de ritmos tan desagradablemente pegajosos como el reggaton (o como se escriba), donde puede pasarse de la legalidad a la ilegalidad en uno o dos pasos, aquí sentí de nuevo la vibración que armoniza mi mente y hace que el cuerpo se mueva tan tranquilamente que relaja, donde la mente se estimula tanto que al llegar a mi cama siento aún la vibración que permite un descanso profundo y placentero; la sensación es tan agradable que espero que algunos de ustedes puedan repetirla pronto y entender algo más en estas letras, pues su cuerpo sentirá que la música puede relajar el cuerpo y la mente.
Pdta. Aunque algunos de ustedes crean que he escrito esto sin que se pase el efecto de las pastillas que relacionan con estas fiestas es bueno que sepan que YO CREO QUE LA MÚSICA PUEDE LLEVAR A ESTADOS MÁS AGRADABLES QUE CUALQUIER SUSTANCIA EXTRAÑA.